©®1996-2016 TODOS los derechos reservados. ALL rights reserved! PO Box 64231, Souderton PA 18964 USA |
- |
- |
2016 Jose Viera Publications |
| Inicio | Principio del Artículo | Otros Artículos | Publicaciones | ¿Quién es José? | Contacto | Escrito por José M. Viera ©®1996-2016 Todos los derechos reservados. ALL rights reserved. |
El grito desesperado de la muerte Descargue GRATIS la versión en PDF aquí Escuche el AUDIO de este artículo aquí, o active el botón PLAY (en la parte superior de ésta página. Por José M Viera Hoy un amigo gritó de desesperación y nadie lo escuchó. Hoy lloró amargamente y nadie se dio cuenta. Con una soga de culpabilidad sobre su cuello, y una enorme carga que lo atormentaba noche y día, pensó que era mejor terminar con su vida. Sólo hay sombras, tinieblas, y gran confusión. ¿Por qué ninguno se dio cuenta? ¿Por qué no lo pudimos ayudar? ¿Acaso estábamos tan ciegos que no pudimos ver? ¿Éramos tan sordos que no pudimos escuchar? ¿Por qué fallamos tan miserablemente? ¿Por qué? ¿Por qué? Quedamos con preguntas sin respuestas. Estamos con un hueco que atraviesa el alma. Un dolor punzante y lágrimas que arden como el ácido. ¿Por qué tiene que terminar la vida de esa manera? ¿Por qué? Siempre hay señales, pero no siempre las vemos. Siempre está el grito y la súplica que pide ayuda, pero no todo el tiempo podemos escuchar esa voz. Siempre está la mirada triste, los ojos vacíos y el ánimo apagado, pero nada de eso nos llamó la atención. Hoy un amigo nos dejó. No quiso vivir más entre nosotros. Y nosotros simplemente no pudimos darnos cuenta que nuestro amigo anhelaba nuestro amor, nuestro cariño, nuestro abrazo y nuestra comprensión. Que nunca más se vuelva a repetir esta historia. Qué Dios nos ayude a comprender a los demás. Qué Dios nos abra los ojos, para que podamos ver. Qué nos abra los oídos para que podamos escuchar. Qué nos abra la boca para que podamos consolar. Tú y yo hacemos la diferencia entre la vida y la muerte. Tú y yo tenemos el poder y la capacidad para amar, comprender y apoyar al que se siente que su vida está fuera de control. No importa por lo que estés pasando, quiero decirte, amigo, que tu vida es de gran valor. No le pongas fin a tu existencia por algo que no puedas o sepas manejar. Hay esperanza, hay solución. No te sientas solo. Aquí estamos. Aquí estoy. Dios te ama con el más puro y sincero amor. Déjate amar por Él. Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31,3 (Reina Valera 1960) |